lunes, 10 de septiembre de 2007

La voz de un ángel



Una de las canciones que deben formar parte de la cultura universal como muestra de lo que la música puede provocar en los seres humanos y sus corazones, es sin duda What a wonderful world del maestro Louis Armstrong. Una obra maestra de apabullante sencillez que encomia lo más bello de la vida como un simple ejercicio de observación del entorno, ese que a veces a todos se nos torna oscuro, nublado, cuando paradójicamente el planeta sigue girando y afortunadamente con los mismos bellos elementos consigo.
Apenas el día de ayer descubrí por accidente -como se descubren las mejores cosas de la vida- la existencia de Eva Cassidy, la voz de un ángel que lamentablemente ha ocupado su sitio en el cielo, ese al que se hizo merecedora por sólo abrir su boca y corazón para dejar huella en la historia, en las almas de quienes tengan el privilegio de escucharla.
Puede ser que haya sido tarde, pero nunca es tarde para sentir. Y Eva lo hizo en mi.
Supe que nació el 2 de febrero de 1963 en Washington, DC, y que murió el 2 de noviembre de 1996 en Bowie, Maryland, a causa de un melanoma, no sin antes brindar una hermosa interpretación en vivo de What a wonderful world, ya en silla de ruedas y a punto de ser ingresada en el hospital Johns Hopkins, en donde finalmente dejó de existir.
En 2001, su disco de éxitos Songbird alcanzó el número uno en las listas del Reino Unido. En él se incluían canciones entrañables como el clásico Over The Rainbow (versión en la que se inspiró la gran perdedora de American Idol 2007, Katherine McPhee para crear un nuevo clásico del mainstream), una versión de Fields of Gold que hizo llorar al mismísimo Sting, y la maravillosa Autumn Leaves (mi primer contacto con su arte gracias al autor del blog http://estoycansadodellevarmepuesto.blogspot.com)

El arte de este ángel se puede escuchar en diferentes películas y series de las que formó parte en su banda sonora, o incluso en grandes participaciones de patinadoras estadunidenses en competencias y galas olímpicas.
Existe un rumor de que la vida de esta maravillosa mujer podría ser llevada a la pantalla grande llevando en el rol principal a Kirsten Dunst o la inglesa Emily Watson.
Ahora sé por qué me gusta tanto Norah Jones...

Por favor, sean testigos de la grandeza de este angelote y su privilegiada voz, su talento, su magia...
http://www.youtube.com/watch?v=K7-haKkFnT8

jueves, 6 de septiembre de 2007

“Quando la luce splenderà… all’alba ¡vinceró!”



¿Quién lo iba a decir, apenas hace unos días en la casa -hoy vacía- de mi querida amiga Ili –que en unos días comienza una nueva aventura de su maravillosa carrera profesional, ahora en España– escuchábamos y veíamos en You Tube a aquél vendedor de celulares nacido en Bristol llamado Paul Potts, quien sorprendiera a propios y extraños en el concurso televisivo Britain’s Got Talent cantando “Nessun Dorma!”, la emotiva aria de Turandot escrita por Giacomo Puccini.
He de confesar que soy un melómano con preferencias y que la ópera nunca ha estado entre mis prioridades ni gustos básicos, pero igual disfruto de ella desde la infancia y en no pocas ocasiones me ha llegado hasta el corazón y ha tocado mi alma: “Nessun Dorma!” es uno de esos momentos, y fue con Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras frente al micrófono del escenario montado en el Dodger Stadium de Los Angeles, que mis lágrimas salieron libres al escuchar sus maravillosas notas dirigidas por Zubin Mehta.
Esta aria es verdaderamente mágica, tiene el poder de dejar inerme a cualquiera, laxo ante tanta belleza, completamente a su merced, babeando ante el final apoteósico que afirma… “all’alba ¡vinceró!”.
Y ¿quién iba a decir que apenas cuatro días después de ver seríamos testigos de la muerte del divino Luciano?
Mayte sólo dijo “es en estos casos cuando me entristece saber que nuestros hijos no conocerán estas maravillas” -salvo en discos, y ahora al prodigioso internet-, pensé yo.

De vendedor a cantante
Lo emotivo del esfuerzo de Potts es sin duda aumentado por el espíritu sobrecogedor del aria y hace una mezcla impresionante al verlo, sobre todo por la actitud previa de sus jueces (incluido el mordaz y hasta ojete Simon Cowell conocido por su participación en American Idol) y la reacción posterior de todo un auditorio que dudó de su capacidad ante semejante reto, mismo que superó ganando así un contrato discográfico.
Se los dejo:
http://www.youtube.com/watch?v=1k08yxu57NA

El momento cumbre en la pantalla
Es en la entrañable cinta “Mar Adentro” del genio español Alejandro Amenábar que plasma la vida -o el camino a la muerte- de Javier Sampedro en pantalla, cuando esta aria toma uno de sus momentos cumbre.
Sin palabras, disfruten esta mágica secuencia onírica que culmina con un “me dijeron que estabas aquí, y vine volando” cortesía del irrepetible Javier Bárdem:
http://www.youtube.com/watch?v=qQZZ1i6W65E

Adiós caballero
Luciano Pavarotti nació en Módena el 12 de octubre de 1935 y murió el pasado 6 de septiembre. El gran tenor italiano cargó a cuestas durante los últimos años la absurda crítica de “popularizar” la ópera debido a sus incursiones en el mundo del pop y el mainstream. Yo agradezco su innegable contribución al arte del bel canto, pero también momentos entrañables en la música popular como los alcanzados en su interpretación de Miss Sarajevo al lado de Bono de U2; una sublime versión del “Manhã do carnaval” de Luis Bonfá al lado de Caetano Veloso; la mejor versión del Caruso de Lucio Dalla, que nadie cantará como él; o ese “Nessun Dorma!” que muchos han cantado grandiosamente (entre ellos los tenores Mario Lanza o Mario del Monaco) pero que en su voz sigue siendo mi preferido.
Para cerrar, el dato de un hecho que habla por sí solo: Pavarotti ostenta el Record Guinness de la ovación más larga, aquella que le brindó el público de la Opera de Berlín en 1988: una hora y siete minutos.
Descansa maestro, nos dejaste mucho arte. Tu legado permanecerá por siempre.

“Nessun Dorma!” en la clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Torino 2006
http://www.youtube.com/watch?v=ZaufjDVYivc

“Nessun Dorma!” en el Dodger Stadium el 16 de julio de 1994 con Plácido Domingo, José Carreras, Zubin Mehta, el Coro de Ópera de Los Angeles Music Center y la Orquesta Filarmónica de Los Angeles.
http://www.youtube.com/watch?v=aNQeKvVPPlc

Manhã do Carnaval con Caetano Veloso –entrañable-
http://www.youtube.com/watch?v=7_VuH0aLTQg

Caruso de Lucio Dalla, con el maestro
http://www.youtube.com/watch?v=TvLtEHONp3Y&mode=related&search=

lunes, 27 de agosto de 2007

Del Azteca al Auditorio...




Don Rubén, el gran "conejo", es igual de emotivo que su hijo, eso me queda claro y además explica mucho de lo que soy.
Resulta que con motivo de su cumpleaños número 57 lo invitamos al concierto que el genio brasileño Caetano Veloso brindó en nuestro país para presentar en sociedad su más reciente disco Ce.
Ya sentados en nuestras (un tanto incómodas) localidades de primer piso, mi pa' emocionado me recordó una vez más (equiparando las situaciones) aquella ocasión en que mi abuelo tuvo a bien regalarle su boleto (faltando dos horas para el inicio del partido) de la final de aquél campeonato del mundo de futbol que se celebró en 1970 en donde la aplanadora verdeamarelha comandada por un irrepetible Edson Arantes do Nascimento reventara al candado azurri de Boninsegna, Riva, Facchetti y compañía.
Así, de la jornada aquella del tricampeonato brasileiro en el Estadio Azteca viajamos al Auditorio Nacional y ya estábamos coreando el "Odeio voce" del nacido en Santo Amaro de Purificação (Bahía), y creador de la Tropicalia.
Acompañado del talentoso Pedro Sa (rebautizado por nosotros como el "Dr. Sócrates en una referencia futbolera más), Ricardo Dias Gomes y Marcelo Callado, Caetano deleitó a los asistentes con un sonido duro, por momentos rocker, aunque igual de entrañable que toda su discografía.
No fue casualidad que padre e hijo asistieran juntos a un concierto como este, inusual, extraño, único, pero fenomenal. En el escenario se sintió igual lo que podría parecer un choque creativo y que no es más que la suma de vidas complementarias y de la creatividad y arte de dos generaciones, la de Caetano y la de su hijo Moreno Veloso, productor y director del nuevo y poderoso proyecto auditivo en el que el bahiano se mueve como pez en el agua enfundado en mezclilla y con tenis que lo hacen parecer un veinteañero.
A pesar de que nunca pensé que mi pá pudiera disfrutar algo así (sobre todo por el sonido a veces excesivamente alto del auditorio, y a causa de su enfermedad) cada vez la vida me reitera que la música es un hilo invisible que conecta a los corazones, y que los mantiene jovenes, abiertos para experimentar sus virtudes...
Si no, pregúntenle a mi jefe, que puede emocionarse igual con su "dolby surround", con el 'quiñé' de Silvinho o con un 'cocodrilo verde', que con un bello gol de cabeza de Pelé que sin duda debió ser fondeado por las más hermosas notas de Jobim, Almeida, Gilberto, Menescal, Wanderley, ese dream team de la Bossa Nova y del país que tanto desea conocer el gran hombre que me dio la vida...

viernes, 3 de agosto de 2007

Tres Antonios: tres maneras de cruzar el charco





No encuentro la manera para describir la aparición del arte de tres maestros de nombre Antonio en mi vida, todos músicos y de los grandes. A ver...

"San Antonio, junio 13 ya llegó..."
Ayer, gracias a un regalo de esos con los que mi May suele despacharse grandes cantidades de la alegría casi infantil de quien esto escribe, recordé aquellos días en que un rudimentario video clip de "Vístete" del grupo español Nacha Pop adornaba la pantalla de mis tardes televisivas en un programa de videos musicales casi olvidado llamado TNT, que conducían unas jovencísimas Martha Aguayo y Angélica Rivera. Después vino la adolescencia y su trajín, etapa en la que descubrí que podía cantar, y con ella... "Lucha de Gigantes", "Desordenada habitación", "Asustado estoy", "Chica de ayer", "Relojes en la oscuridad" y "Una décima de segundo" (las dos primeras, tuve el privilegio de cantarlas acompañado por las manos mágicas de mis carnalitos Gus y Rul).
Ya entrados los veintitantos comencé a interesarme por la figura de Antonio Vega (ex líder de los Nacha), una suerte de fantasmal aparición prodigiosa que se ha colado como la humedad hasta mis huesos, con las notas de sus impresionantes canciones llenas de reflexión a veces incomprensible: arte, pues.
Hace un año y medio conocimos la canción "San Antonio", incluida en el CD "Básico" realizado en vivo –y acústico– por Vega en el año 2005. Para no hacer el cuento más largo, le debo un viaje a May a los alpes para escucharla conduciendo en una carretera nevada, paisaje al que su historia épica me remitió desde el primer acorde.
Hoy he escuchado todo el disco "Autorretratos" en el que se recopilan 17 grandes éxitos de Vega (quien compite seriamente conmigo por el amor de May) de su etapa solista y sólo he refrendado mi gran admiración por este genio de mirada perdida y barbilla encajada como daga en un pecho frágil por los excesos de años, que no pretendo juzgar... ¡San Antonio me libre!
Hoy que escribo esto, el gran Antonio y su primo Nacho García-Vega (junto a Basilio Martí, Goar Iñurrieta, Anye Bao, Nacho Lesko y Fernando Illán) realizaban en A Coruña en el marco del Festival Noroeste Pop Rock, el cuarto concierto de su gira de reencuentro 80-07. Y no 'os imaginais' cuántas ganas tengo de verlos otra vez arriba de un escenario.
http://www.antoniovega.org y http://www.nachapop.net

Flores para ti...
Éste del clan Flores, hijo de Lola 'La Faraona', hermano de Lolita y Rosario, gran compositor, bárbaro cantante. Lo conocí un viernes de mayo, en la transmisión del programa nocturno de Ricardo Rocha, 'En Vivo', cuando el periodista deleitó a los muchos amantes de la música española con el conciertazo 'Mucho más que Dos', de Ana Belén y Víctor Manuel e ilustres invitados, entre ellos un delicioso Antonio que se destapó con una súper versión de "Sólo le pido a Dios" al lado de Anita, mi novia eterna...
Después, lo volví a ver, esta vez de la mano de esos dioses gitanos con duende propio llamados Ketama, cantando en concierto una poderosa versión de la canción "Vente pa' Madrid".
Tras esas dos ocasiones que me enamoró su sola presencia en el escenario, un buen día tuve una sorpresa como la de ayer, (detallazo de esposa en ciernes con cabello en el rostro que me emocionó y que recuerdo con gran, gran alegría), venida de España: mi primer disco de Antonio Flores, "Cosas Mías", el cual atesoro por varias razones del corazón y el alma musical que dios me regaló.
http://gestion.sourceforge.net/antonioflores/

El 'Venenoso'...
Nunca mejor dicho. Carmona, el tercer Antonio de esta Noción, me ha envenenado desde hace años con su prodigiosa voz y estilo que encanta a quien lo escucha, como lo hacían las sirenas con su canto. Antonio, el gitanazo de nariz aguileña y personalidad arrolladora, cruzó el Atlántico para llegar a mis oídos que largamente esperaron su primer disco solista tras el rompimiento artístico con su hermano Juan y su primo Josemi –espero no definitivo – "Vengo Venenoso", realizado bajo la producción de los no menos grandes Gustavo Santaolalla y Aníbal Kerpel.
Antonio no deja de sorprenderme, pues a cada nota se renueva, se magnifica, y como cantante, cada vez digo con más razón que me encantaría ser él, tener su voz, su feeling, su arte, su 'arma'... mi ejemplo ¡joder!
Un compañero de trabajo de May –que lo bautizó como "el venenoso"– nos hizo el gran favor de traer bajo el brazo a Antonio directamente de El Corte Inglés, y hoy ya no puedo dejar de escucharlo cantar cosas como: "Para que tu no llores así, no pierdas la esperanza, siempre llegará, llegará..." a dueto con mister Alejandro Sanz; una estremecedora declaración de principios que sentencia tras perder un amor: "El reloj no se parará por ti, pasa el mundo y el dolor, sólo contigo y sin ti. Sale el sol, cada mañana es abril, no te olvides del amor, no dejes de sonreír. Detrás de cada noche hay un amanecer... y algo que aprender"; o quizá una de las más bellas canciones de amor a una hija (junto con "Y sólo se me ocurre amarte" de Sanz) en la que describe suavemente el sentir de un padre al contemplar embobado a su sangre de diez años y se plantea: "¿cómo se puede querer de esta manera? y sentir cada día crecer este amor que me lleva hasta el cielo volando tu y yo, el guardián de tus sueños, mi vida, tranquila, soy yo...". Eso es arte... eso es corazón.
http://www.antoniocarmona.com.es

lunes, 30 de julio de 2007

"El Rojo del alma humana"


Para Jorge Limón, con lágrimas compartidas...

Decía Max von Sydow en una entrevista con Javier Tolentino: "No conozco a nadie que sepa tanto sobre el ser humano como Bergman". Y es que el arte que el maestro llegó a plasmar en su imprescindible filmografía así lo demuestra, desgarradoramente a veces, siempre emotivo, nunca complaciente...
Ingmar Bergman murió –"tranquila y dulcemente", según su hermana– el pasado lunes 30 de julio en la isla de Fårö a la que se amarró, en la que se exilió a causa de su rechazo por la sociedad y –a su decir– la poca fe de los seres que la conforman.
Sin embargo, Bergman era mucho más que sólo el monstruo antisocial que muchos quisieron mostrar al mundo. El maestro siempre fue poco accesible, difícil, pero nunca inexpugnable, y muestra de ello son las citas que se pueden recoger de varias entrevistas que otorgó por azares del destino, por casualidad, o incluso por compromiso. A Juan Cruz, periodista del periódico español El País le regaló algunas como estas, en donde se puede ver más claramente el origen de su gran sensibilidad: "me gusta cuando la gente ve y lee algo que he hecho, siempre que se me escuche con el corazón y con las emociones"... "soy un campesino. Sólo quiero sentarme en mi mesa a escribir y leer"... "Soy un niño. Ya lo dije una vez: toda mi vida creativa proviene de mi niñez"... "Lo que detesto es la indiferencia. Cuando conozco a alguien que es indiferente me hace sentir muy infeliz"... "La felicidad está bien para alejarse de uno mismo de vez en cuando. Es cuando te olvidas totalmente de ti mismo y estás de pronto metido en algo que es mucho más grande que tú, ya sea estar enamorado o aferrarte a una religión"...
Muchas veces yo me he preguntado lo mismo sobre la indiferencia de mucha, muchísima gente, y muchas también han sido las veces en que la respuesta me ha descorazonado: no es indiferencia, es ignorancia, y lo que es peor, ignorancia de lo que es capaz su propio corazón, al que mantienen –a fuerza de aparentar ante una sociedad a la que creen deberse– en la oscuridad, con una mordaza... para no evidenciar una aparente debilidad que se manifiesta siempre en forma de lágrimas.
La muerte del maestro polaco Krzyzstof Kieslowski me cimbró hace algunos años, hoy la desaparición de Bergman me duele igual, por el cine, por la emotividad y por el conocimiento del alma humana, virtudes que cada vez menos artistas poseen. Pero sobre todo me duele porque con él se va una parte de lo que el cine ha hecho en mí, se van las lágrimas de aquella ocasión en que ví "Gritos y susurros" en una sala José Revueltas casi vacía; se van las sonrisas que dibujó en mi rostro "Fanny y Alexander"; y se va aquél día en que no pude llegar a la Cineteca Nacional a la función de "En presencia de un payaso", pero que me recordó lo bonito que es caminar bajo un torrencial aguacero, dejando –como dice Pedro Aznar en una bella canción– que la lluvia "me besara los pies".
A Bergman –quien nació en Upsala, el 14 de julio de 1918– alguna vez le preguntaron el porqué de la predominancia del color rojo en la edición final de "Gritos y Susurros", él sólo se limitó a decir "porque el rojo simboliza el interior del alma humana"... hecho que aclararó en su libro "Imágenes", en el que cuenta: "Cuando era niño veía el alma parecida a un fantasmal dragón azulado que volaba como un inmenso ser alado, mitad pájaro, mitad pez. Pero, por dentro, el dragón era todo rojo".
¡Qué injusto!, pero hoy es un buen día para desempolvar esos DVD de Bergman que adornan la estantería de algo que algún obtuso ha dado en nominar "cine de arte" dentro de –no sé si todas– las tiendas Blockbuster.
El cine y el maestro lo sabrán agradecer...

miércoles, 25 de julio de 2007

Eco... eco.... eco


Un fenómeno físico relacionado con la reflexión del sonido que todos recordamos desde una etapa básica de nuestra vida como conocimiento esencial es ahora el motivo de esta noción, inquieta por el talento de un joven músico sinaloense llamado David Aguilar, que mis amigos Raúl y Edith tuvieron a bien compartir, gracias a las virtudes de esa revolución llamada YouTube.

A mí me gusta mucho más pensar en el concepto tomando como base la mitología griega, que se refiere a Eco como una Oréade (ninfa de montaña) criada por ninfas y educada por las Musas que amaba su propia voz. O en la historia del poeta romano Ovidio que –tomando como base el mito– cuenta de la maldición de Hera hacia Eco por distraerla para que no descubriera a Zeus cometiendo adulterio, hecho por el que fue condenada a repetir sólo las últimas palabras de los demás. O incluso en el maravilloso final con el que Ovidio da una explicación "de amor" a esta repetición acústica y que ha inspirado manifestaciones artísticas deliciosas como la pintura que ilustra esta noción, de la autoría de John William Waterhouse: Eco, apartada de los demás, encuentra en el bosque a Narciso, de quien se enamora perdidamente, sentimiento que no es correspondido por el hermoso pastor –que sería condenado por Némesis a enamorarse de su propia imagen y a morir por esa causa– y que la orilla a extinguirse hasta dejar sólo su voz eterna.

Quiero pensar que esta bella historia deba formar parte del génesis creativo de David, mucho más que la explicación científica, lo que –al menos yo percibí– en la hermosa letra de su muy creativa canción "Eco", que me emocionó sinceramente por su –aparente– sencillez, y a la vez, elaborada estructura.

Agradezco y celebro la existencia de estas sencillas cosas que pueden alimentar el alma en días de precariedad. Ojalá algún día las musas lleguen aunque sea de entrada por salida, para poder hacer algo como esto. Se los dejo...

Eco
Letra y música: David Aguilar

Le tocó a Saturno turno entre tu mirada, hada,
pues con telescopio, copio en sí lo que retrata, trata de que yo alucine, cine.
Nunca tu palabra, labra a mi sentimiento, miento, y es que tu planeta, neta, siendo paraíso, hizo
todo el universo, verso...
Una mariposa posa sobre tu cabello bello porque tu tardanza, danza, hace una atadura dura,
mientras yo a cupido pido que entre mis compases pases a dejar de hacer en este hueco... eco... eco... eco.
Le faltó al destino tino para delinearte arte, y eran tus cristales tales luces que enredaban, daban, siempre a mi cometa meta.
Haces al delirio lirio que con su blancura cura, y a esta melodía, día que hace que el detalle talle siempre a mi cometa meta.
Una mariposa posa sobre tu cabello bello porque tu tardanza, danza, hace una atadura dura,
mientras yo a cupido pido que entre mis compases pases,
a dejar de ser tan sólo imaginada... nada más.

http://www.youtube.com/watch?v=ZDY6NZDzNuE

martes, 24 de julio de 2007

Nostalgia en tres tiempos: Reír llorando


Una idea ha rondado por mi mente desde hace días: volver y tomarme fotos en los sitios que marcaron mi vida cuando el mundo se limitaba a un buen partido de futbol a la salida de la escuela, cuando la sed se saciaba con el agua de una manguera de riego en el parque y sin temor a una salmonelosis, cuando el nombre José López Portillo era sólo un nombre y la vida se regía únicamente por el sol y la noche sin pensar en el dinero y sus virtudes y defectos... Cuando anotar un penalty lo era todo y era suficiente para ser feliz...
Esto es el primer ataque de la nostalgia...

Para mi abuela Carmen y Mario Limón, quienes me hablaron por primera vez de Garrick. Y para mi Padre, que me ha enseñado mucho más que las capitales del mundo…

Primer tiempo
Buscando algún motivo para unir tres temas muy interesantes y justificar a la vez su inclusión en este espacio me topé una vez más con el niño que yo fui, encuentro que me provocó una extraña melancolía que seguramente me impedirá leer este texto en voz alta. Déjenme contarles. Yo nací el mismo día que John Lennon pero 34 años después, un 9 de octubre de 1974. Pronto aprendí a leer y a memorizar todas las capitales del mundo gracias al empeño y dedicación de mi padre y a mi propia curiosidad. Es aquí donde comienza la historia que les quiero contar. Gracias a esa especial habilidad (que hoy ya no es extraña en un niño) mis padres me inscribieron creo a muy temprana edad en el Jardín de Niños (traducción que me parece igual de melodiosa que su equivalente alemán). Mi nueva escuela llevaba por nombre uno que a todos (los niños y los adultos) nos resultaba completamente desconocido, pues la moda –que no ha cambiado– era nominar esos recintos con los de personalidades más “populares” como Benito Juárez o Miguel Hidalgo, por ejemplo.
Mi Kinder llevaba por nombre Ricardo Bell, dos palabras que no se me olvidarán jamás. Las maestras tenían como principio básico iluminar con una historia los rostros de los niños, tristes por la primera separación de sus padres: la del hombre cuyo nombre adornaba la puerta del colegio. Allí supe por primera vez del señor Bell, “el mejor payaso mexicano de todos los tiempos” decían las maestras, “un hombre que ha dedicado su vida a provocar las sonrisas de los mejores seres sobre la tierra: los niños, ¡ustedes, mis niños!, no estén tristes”. Lo recuerdo y se me hace un nudo en la garganta.
Don Ricardo Bell fue en efecto un gran “clown” (pero no fue mexicano, al menos de origen, pues nació en Italia), heredero de la tradición de la Trouppe Bell, familia de acróbatas ecuestres que vino por primera vez a México con el Circo Chiarini en 1869, y que debutó en 1873.
Posteriormente, la trouppe regresó en 1889, pero esta vez al Circo Teatro Villamil, que se ubicaba en los terrenos de lo que hoy es el Teatro Blanquita. Un año después, Bell comenzó a tomar fuerza en nuestro país, aprovechando los últimos días como profesional del mejor payaso hasta entonces, Don José Soledad Aycaro. Poco más de una década después, el señor Bell (ya con hijos y nietos) inauguró el Gran Circo que llevó su nombre durante más de 10 años en la céntrica Avenida Juárez, hasta la llegada de la Revolución en 1910, acontecimiento que lo obligó a salir del país, sólo para morir un año después, el 3 de marzo de 1911 en la ciudad de Nueva York.

Segundo Tiempo
Hace muchos años escuché por primera vez el nombre de Garrick sin saber su origen, y si realmente había existido. No recuerdo los detalles, pero sé que mi abuela y mi tío tuvieron mucho que ver. Resulta que ahora sé de la amistad que unió al célebre payaso de mi infancia con uno de los poetas mexicanos más importantes de aquél entonces, Juan de Dios Peza, autor de Reír Llorando, una hermosa pieza compuesta al parecer en honor de su amigo Ricardo Bell, que refleja la dualidad de los seres humanos, un estremecedor poema de profunda tristeza que hoy por fin conozco completo. Y que aquí reproduzco, con la acentuación en el apellido sajón que sólo en México pudimos darle y que le imprime fuerza y emotividad adicional:

Viendo a Garríck, actor de la Inglaterra,
el pueblo al aplaudirlo le decía:
"Eres el más gracioso de la tierra,
y el más feliz..." Y el cómico reía.

Víctimas del *spleen, los altos lores
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores,
y cambiaban su spleen por carcajadas.

Una vez, ante un médico famoso
llegóse un hombre de mirar sombrío:
"Sufro -le dijo-, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío".

"Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte.
En un eterno spleen, muriendo vivo,
y es mi única ilusión la de la muerte".

-Viajad y os distraeréis.
-¡Tanto he viajado!
-Las lecturas buscad.
-¡Tanto he leído!
-Que os ame una mujer.
-¡Si soy amado!
-¿Pobre seréis quizá?
-Tengo riquezas.
-¿De lisonjas gustáis?
-¡Tantas escucho!...
-¿Qué tenéis de familia?
-Mis tristezas…
-¿Vais a los cementerios?
-Mucho... mucho...

-¿De vuestra vida actual tenéis testigos?
-Sí, más no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.

-Me deja -agregó el médico- perplejo
vuestro mal, y no debo acobardaros;
tomad hoy por receta este consejo:
"Solo viendo a Garríck podréis curaros".

-¿A Garríck?

-Sí, a Garríck... la más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve muere de risa;
¡Tiene una gracia artística asombrosa!
-¿Y a mí me hará reír?

-¡Ah sí, os lo juro;
él, sí, nada más él!; mas... ¿qué os inquieta?
-Así -dijo el enfermo- no me curo;
¡Yo soy Garríck!...Cambiadme la receta!

¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuándo el rostro ríe!

Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto,
y también a llorar con carcajadas.

*spleen: El tedio de la vida, tristeza, no encontrar sentido a la vida.

Tercer tiempo
Hoy mas que ayer sé que nunca es tarde para entender algunas cosas. Hace dos décadas cuando escuché lo escrito por Juan de Dios Peza, no lo supe, simplemente imaginé que se trataba de una anécdota que pasaba naturalmente de generación en generación. Hoy sé que David Garrick si existió, que fue un gran actor y productor teatral inglés cuya familia emigró de Francia, y que fue uno de los mejores exponentes de la obra de William Shakespeare durante el siglo XVIII. Que nació el 19 de febrero de 1717 en Hereford, Inglaterra, hijo del Capitán Peter Garrick y Arabella Clough.
David Garrick murió en Londres el 20 de enero de 1779, y está enterrado en la Abadía de Westminster al pie de la estatua de Shakespeare.
Hoy sé también que todo tiene una razón de ser, que la historia de todos los seres humanos tiene un punto intangible donde llega a tocar a las de los demás. Y sé que me gustaría volver a vivir esos momentos, mi primer día en el kinder, aquél en que supe de la existencia de alguien llamado Garrick y esa jornada en que por fin me supe todas las capitales del mundo. Los extraño mucho.

Dejo sangre en el papel...


Bien decía Víctor Manuel San José al describir perfectamente –en su canción "Soy un corazón tendido al sol"– el proceso de verter el alma en un espacio en blanco: "dejo sangre en el papel, y todo lo que escribo al día siguiente rompería, si no fuera porque pienso en ti ... que me haces vivir, que me haces escribir dejando el rastro de mi alma... y cada verso es un jirón de piel"...
Nunca pensé que escribir fuera un proceso que involucrara tanta emotividad, y aunque tampoco pensaba que fuera fácil no era –por mucho– una de las prioridades de mi vida.
Pero todo cambió, y ahora es un ejercicio vital que frecuentemente exige su espacio, su tiempo; una necesidad que requiere de calma en medio del caos. La hoja –ahora mutada en pantalla– en blanco se convierte en cada incursión en una poderosa máquina del tiempo que me lleva –como en "Quantum Leap" pero en mi cuerpo, alma y corazón– a tiempos felices y tristes, recuerdos, memorias, con la nostalgia y –una línea conductora, claro está– como único combustiible.
De ahí el nombre de este blog, que empezó hace cuatro años y medio como columna en el periódico Nuestro Medio: una noción, la certeza de algo que no está quieto, que va de aquí a allá en la búsqueda constante de una explicación de mi ser, de mi a veces complicada existencia, de lo que soy...
Va para ustedes, la gente que quiero, mi "Noción Errante".

Formalmente inaugurado el espacio que tanto postergué. Ahora espero que el siguiente paso sea un podcast, para entrar de lleno a las nuevas formas de comunicación...

El Ruco