lunes, 31 de octubre de 2011

De fiebres y calenturas postpanamericanas




Pretender siquiera que Guadalajara -y de hecho, cualquier ciudad de este país- esté en posición de organizar unos Juegos Olímpicos en un mediano plazo, es no sólo naive y absurdo, sino una verdadera utopía (en estricto sentido sociológico) ante el panorama de corrupción e impunidad y el valemadrismo con el que se conduce por lo menos un tercio del país.
Antes de plantear posibilidades guajiras debemos y estamos obligados a ser críticos con lo criticable, que a pesar de lo que digan muchos oficialistas y entusiastas de la 'buena ondita', aún sigue siendo mucho. Cabe destacar que hasta ahora, semejante planteamiento sólo ha salido de personajes políticos, aquellos que con base en lo conveniente que el negocio entraña, desdeñan al deporte cuando de apoyar genuinamente se trata.
¿Quien está dispuesto a meter las manos al fuego por que en esa eventual cita no haya reventa? ¿Quién a apoyar a los atletas integralmente que no sea un particular? ¿Los jalicienses y en particular los habitantes de Guadalajara estarían dispuestos a vivir por lo menos media década entre obras y readecuaciones viales? ¿De dónde saldría el dinero? ¿Alguien le cree al nefasto, cínico, imbécil, retrógrada y anquilosado tándem que protagonizó el momento más incómodo de todos los Juegos Panamericanos? ¿Alguien le cree a Emilio González Márquez y a Mario Vázquez Raña?

martes, 20 de septiembre de 2011

Moneditas ¿basura?


Hace no mucho alguien pedía a su audiencia a micrófono abierto en algún medio de comunicación que no recuerdo, que si no querían sus moneditas de centavos, esas que 'estorban más de lo que ayudan', con todo gusto se las aceptaba.

Y es partiendo de este principio que la indignación casi a diario me hace su presa. Resulta que de manera mucho más acuciosa que de costumbre he sido testigo en la tienda de autoservicio Superama, de un procedimiento sistemático consistente en no devolver al consumidor sus centavos, a consecuencia de la compra de uno o varios productos en dicho establecimiento.

No hay argumento de por medio, simplemente los y las cajeras no dan completos los cambios, creyendo que por tratarse de centavos nadie debería inconformarse. En múltiples ocasiones he solicitado mi cambio completo, obteniendo con ello enojo y hartazgo por parte de estos trabajadores -y seguramente alguno que otro 'sanbenito' de tacaño, miserable o de plano mamón. Sin embargo parto del principio de ¿por qué habría yo de regalarle nada a una empresa global como Walmart? o el que apunta a la elemental justicia y al orden legal que indica que se está cometiendo un robo a un cliente; eso si no caemos en el 'sospechosismo' de las cuentas y la incidencia de casos, que multiplicados por número de compradores y número de tiendas en el lapso de un día nos darían cifras astronómicas de algo que ya se conoce popularmente como "robo centavero".

Probablemente el problema no sea siquiera de los cajeros, sino de una política no escrita que apunta a no perder absolutamente nada, y a ganar, sólo ganar, aunque sea a costa de una 'inocente' omisión. Aquí no se trata de ver quien se queda con la mayor parte, sino de justicia: cambios exactos y correctos (y ni hablemos de esa necedad llamada 'redondeo', que por sí sola merece un post aparte y que ignorantes utilizan ya como un genérico, y en el peor de los casos sin saber siquiera a quién o quienes benefician con su torpe iniciativa).
Se sabe de gente que argumenta linduras como 'aquí ya no manejamos moneditas de centavos', 'no se las puedo aceptar, no me lo permiten' o en el peor de los casos: 'Eso ya no vale nada'.

Es importante saber que existe algo llamado 'poder liberatorio' y que está sujeto a una limitante: Esta propiedad define el valor de uso de una moneda de curso legal, sin embargo está limitada por la Ley Monetaria de México a la utilización de 100 piezas de cada denominación en un mismo pago (100 monedas de 10 centavos, 100 de 1 peso, etc., en cada saldo a liquidar). No obstante, eso no exime al Banco de México a cambiar -a través de sus centros de canje-, si fuera preciso, uno o varios camiones de volteo llenos de esa 'aparente basura'.

La solución no está en manos del ciudadano. Es esta entidad gubernamental la responsable del cuño de estas monedas, que le guste o no a quien sea, son de curso legal. Y es precisamente esta institución -amparada en un argumento macroeconómico- la que intenta explicar su existencia, su director de Emisión, Manuel Galán nos deslumbra con su lógica: "La demanda (de estas monedas) surge debido a que los centavos se quedan en alcancías, ceniceros, cajones o en la basura, por lo que el sistema siempre requiere más (SIC). Creemos que la gente las bota y no se vuelven a usar, entonces los comercios requieren más piezas, las solicitan a la banca y ésta a su vez a nosotros” (¡¡RE-SIC!!). Y yo entonces me pregunto, asumiendo mi ignorancia de los altos vuelos de la economía ¿entonces si ya comprobaron que son basura para la población por qué diablos las siguen emitiendo?

Cuatro datos nada más para alimentar al morbo: al año se emiten 400 millones de monedas de 10 centavos y 220 millones de la de 20 centavos. Este grueso de 'metálico' constituye un 5% del dinero circulante en nuestro país, algo así como 600,000 millones de pesos. ¿Desdeñable? ¿Basura?

No me cabe duda de que la ignorancia es todo un caldo de cultivo en el que abrevan los cínicos, esos que todavía ven al pueblo como una masa amorfa a la que pueden manejar a su antojo. Hay anécdotas para dar y repartir ¿cuál es la tuya?

lunes, 19 de septiembre de 2011

Por una música sin 'tags'

Checando una de las muchas listas que ya manejan conteos sobre las mejores canciones de este 2011 que aún no llega a su fin, pude darme cuenta de que las tendencias no son lo mío, las modas me vienen guanguísimas y lo estúpidamente 'indie' me repatea las gónadas. De un total de 25, sólo una propuesta pudo capturarme, a pesar de que su naturaleza pudiera llegar a ser agresiva para los adalides del ruido y la pose, esos 'antimainstream' que disfrutan de etiquetar la música por factores que nada tienen que ver con la esencia.
¿El nombre del grupo? Cut Copy, un trío de chavos australianos que traen el toque, y cuyo mayor pecado en estos dosmilesonces es sonar 'ochenteros'. ¿La rola? Take me over.
Es aquí en donde me pregunto ¿y qué tiene de malo el 'electro-fresa pop' o sonar a Durán Durán o Depeche Mode dulcificado?
Hoy declaro en este foro ciego y sordo que me decanto por la música que me ofrece melodías, que es agradable al oído, sin embargo no critico los otros géneros, ni las tendencias. Definitivamente no comparto que se le pongan etiquetas a la música. Todo debe llegar a un punto medio: ni tan inaudible pa ser mamonamente 'indie', ni tan dulce para que no lo etiqueten de mainstream o música facilona. Por eso odié Radioactivo y por eso odio Reactor, por la mamonería con la que se conducen, como si fueran dueños de la verdad en la música, y sintiéndose muy progres presentando canciones sin alma con nombres impronunciables justo en el 'synch point'.

martes, 13 de septiembre de 2011

La vigencia del 'pesimismo'

Tristemente Enrique Santos Discépolo tenía tanta razón al escribir 'Cambalache', y hoy está más vigente que nunca. Eso lo hizo un visionario y por supuesto, uno de esos seres que pasan con sus luces por una tierra de ciegos y que son lastimados con rejones obtusos del tipo '¡Es un pesimista! o 'Si no eres la solución, eres parte del problema'.

Frase a frase, nota a nota y reflexión tras reflexión la vigencia de su postulado, sigue hiriendo a una sociedad que en visión micro o macro sigue sin encontrar salidas obvias para lograr la felicidad, esa que estriba en las cosas simples, las que nunca apreciarán los necios, los zafios.

¡Salud, que allá en el horno se vamo' a encontrar!

domingo, 31 de julio de 2011

Estás en mi corazón...

Para Mauricio, Gustavo, Marcela, Milagros, Héctor, Elías, Laura, Mayte, Iliana, Paola Partida y todos aquellos que directa o indirectamente han compartido conmigo la grandeza de 'Lichi'. Y para mi 'Lichi', por supuesto...
Nota: favor de leer este artículo con las notas de fondo del maestro Alfredo Kraus, interpretando "Siempre en mi corazón" del gran Ernesto Lecuona. Simplemente denle al 'play' en el video adjunto, al pie del mismo.

"Rubén el 'ruco' Marín Limón nunca se sintió tan viejo como aquella mañana de domingo en que supo de la puta muerte de Eliseo Alberto de Diego García Marruz. En honor a la verdad no era más que un escritor y poeta insular que sin saberlo le había salvado la vida y deconstruido la existencia en múltiples ocasiones al ritmo de una prosa melodiosa escrita en las páginas de un bello ejemplar -de Ediciones del Equilibrista- adquirido por 50 inmejorablemente invertidos pesos en una triste mesa de remates de la Casa Lamm..."

Si pudiera contar mi vida como una novela, sin duda tendría que empezar así, pues a partir del día en que leí las páginas de "La eternidad por fin comienza un lunes o El grande viaje del Cisne Negro sobre los lagos de hielo de Irlanda" dio un vuelco, que visto en retrospectiva bien podría ser mil puntos de partida y mil finales a la vez, dependiendo de cómo sea contada y desde la perspectiva de quien.

Y es que nadie que no haya llorado al leer un libro podría entender lo que 'Lichi' provocó en mí y mi turbulento presente de aquél entonces... (perdonen la pausa, pero es que no podía seguir escribiendo sobre esto, sin un encender un cigarrillo -como él-).

El universo del circo Cinco Estrellas ("... dueña de un corazón tan 'Cinco Estrellas'" escribirían Sabina y Milanés seis años después) y su hermandad de extravagantes y entrañables personajes se convirtieron en mi familia, y sus vidas -y muertes-... en las mías.

"La eternidad..." mutó entonces en un manojo de emociones difíciles de manejar, que se quedaron entre sus 380 amarillentas páginas como fieles testigos de mi emotividad y que hoy aún se asoman entre letras, frases sabias y entrecruzadas historias que me llevaron casi tres años de dolorosa, pero coruscante digestión.

Podría hablar de la vida de mi escritor y poeta, pero mejor quise plasmar en este espacio su huella en mí, que ocuparme de ello, pues los obituarios de este triste domingo ya se encargaron de eso.

Así pues, "La fogata roja", "Importará el trueno", "Las cosas que yo amo", "Caracol Beach", "Informe contra mí mismo", "Esther en alguna parte", "Del otro lado de los sueños", "La fábula de José" y "El retablo del Conde Eros" esperan severas lecturas y relecturas como un sencillo homenaje a su memoria; y esperan también a ser regaladas como "La eternidad..." porque estoy convencido de que su arte debe ser obsequiado, no comprado... y que si se compra debe ser sólo para intentar hacer felices a los que más queremos.

Eliseo Alberto, mi querido 'Lichi', me enseñó que un libro sobre la magia del amor puede hacer cambiar una y mil vidas, empezando por la mía. Esta noche su novela -con todos sus recuerdos, realidades y espíritus- está sobre mi mesilla a la espera del sol de este incipiente lunes en que comienza su eternidad y que habrá de reunirlo con Eliseo Diego, su amado padre.

Descansa en paz, amigo. Vives en mí... estás en mi corazón...


sábado, 23 de julio de 2011

Adios hermosa!


Desde el primer momento en que tuve el privilegio de ser testigo del talento inconmensurable de Amy Winehouse, pude ver tambien su triste destino. La muerte anunciada de una artista maldita (en el mejor sentido de la frase). Hoy llego el momento y al escuchar la nota a escasos 20 minutos de que Scotland Yard la encontrara, solo pense con tristeza 'ya está mejor'.
Mi sensible y muy querida amiga Ili lo dijo hoy y bien. Artistas como estos viven poco y dejan un legado impresionante, para muestra el gran cineasta Jean Vigo y muchos otros que ante una muerte prematura, pero sobre todo tras una corta pero productiva vida, encontraron su pase a la inmortalidad.


lunes, 18 de julio de 2011

Para tu dolor...


Quizá se trata de los momentos más tristes de mi vida, lo recuerdo como si hubiera sido ayer, y como siempre la música estuvo allí, para recordarme que nada podía ser tan malo como el silencio.
Fue el día en que una mujer se fue de mi vida para siempre, paradójicamente mientras dirigía sus pasos hacia mí. No vale la pena entrar en detalles, pero esta canción me la trae a la memoria.
Y lo que son las cosas, justo hace una semana cuando recordé cuánto es que dolía escuchar esas notas nuevamente, me enteraba apersonalmente de su dolor y el de toda su familia a causa de la pérdida de su madre. No sé si esto sea un homenaje a su memoria, a la mía o a la de 'Ara', pero lo que sí sé es que aquél dolor mío es ya lejano, más no el suyo que fresco me conmueve.
Ojalá sus notas pudieran encontrar el efecto inverso a mi sentir para curar su dolor, el que ahora vive y que nada se compara a aquél viejo mío, que en su momento dolió tanto.
¡Lo siento mucho Familia De la Fuente Ortíz!
Reciban un beso y un abrazo Ara, Ana, Laura y Lidia.