lunes, 30 de julio de 2007

"El Rojo del alma humana"


Para Jorge Limón, con lágrimas compartidas...

Decía Max von Sydow en una entrevista con Javier Tolentino: "No conozco a nadie que sepa tanto sobre el ser humano como Bergman". Y es que el arte que el maestro llegó a plasmar en su imprescindible filmografía así lo demuestra, desgarradoramente a veces, siempre emotivo, nunca complaciente...
Ingmar Bergman murió –"tranquila y dulcemente", según su hermana– el pasado lunes 30 de julio en la isla de Fårö a la que se amarró, en la que se exilió a causa de su rechazo por la sociedad y –a su decir– la poca fe de los seres que la conforman.
Sin embargo, Bergman era mucho más que sólo el monstruo antisocial que muchos quisieron mostrar al mundo. El maestro siempre fue poco accesible, difícil, pero nunca inexpugnable, y muestra de ello son las citas que se pueden recoger de varias entrevistas que otorgó por azares del destino, por casualidad, o incluso por compromiso. A Juan Cruz, periodista del periódico español El País le regaló algunas como estas, en donde se puede ver más claramente el origen de su gran sensibilidad: "me gusta cuando la gente ve y lee algo que he hecho, siempre que se me escuche con el corazón y con las emociones"... "soy un campesino. Sólo quiero sentarme en mi mesa a escribir y leer"... "Soy un niño. Ya lo dije una vez: toda mi vida creativa proviene de mi niñez"... "Lo que detesto es la indiferencia. Cuando conozco a alguien que es indiferente me hace sentir muy infeliz"... "La felicidad está bien para alejarse de uno mismo de vez en cuando. Es cuando te olvidas totalmente de ti mismo y estás de pronto metido en algo que es mucho más grande que tú, ya sea estar enamorado o aferrarte a una religión"...
Muchas veces yo me he preguntado lo mismo sobre la indiferencia de mucha, muchísima gente, y muchas también han sido las veces en que la respuesta me ha descorazonado: no es indiferencia, es ignorancia, y lo que es peor, ignorancia de lo que es capaz su propio corazón, al que mantienen –a fuerza de aparentar ante una sociedad a la que creen deberse– en la oscuridad, con una mordaza... para no evidenciar una aparente debilidad que se manifiesta siempre en forma de lágrimas.
La muerte del maestro polaco Krzyzstof Kieslowski me cimbró hace algunos años, hoy la desaparición de Bergman me duele igual, por el cine, por la emotividad y por el conocimiento del alma humana, virtudes que cada vez menos artistas poseen. Pero sobre todo me duele porque con él se va una parte de lo que el cine ha hecho en mí, se van las lágrimas de aquella ocasión en que ví "Gritos y susurros" en una sala José Revueltas casi vacía; se van las sonrisas que dibujó en mi rostro "Fanny y Alexander"; y se va aquél día en que no pude llegar a la Cineteca Nacional a la función de "En presencia de un payaso", pero que me recordó lo bonito que es caminar bajo un torrencial aguacero, dejando –como dice Pedro Aznar en una bella canción– que la lluvia "me besara los pies".
A Bergman –quien nació en Upsala, el 14 de julio de 1918– alguna vez le preguntaron el porqué de la predominancia del color rojo en la edición final de "Gritos y Susurros", él sólo se limitó a decir "porque el rojo simboliza el interior del alma humana"... hecho que aclararó en su libro "Imágenes", en el que cuenta: "Cuando era niño veía el alma parecida a un fantasmal dragón azulado que volaba como un inmenso ser alado, mitad pájaro, mitad pez. Pero, por dentro, el dragón era todo rojo".
¡Qué injusto!, pero hoy es un buen día para desempolvar esos DVD de Bergman que adornan la estantería de algo que algún obtuso ha dado en nominar "cine de arte" dentro de –no sé si todas– las tiendas Blockbuster.
El cine y el maestro lo sabrán agradecer...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Somos deudos del mismo dolor, monsieur Marín. ¿Qué hacemos ahora?
Este mundo vale cada vez menos la pena.
Abrazo

Anónimo dijo...

Bálsamo para los ojos y el corazón al leer palabras, que "de alguna forma" uno ya conoce, uno ya vivió..
Noción errante, es como mi Ratatouille...
Un abrazo fuerte y un beso grande...