miércoles, 25 de julio de 2007

Eco... eco.... eco


Un fenómeno físico relacionado con la reflexión del sonido que todos recordamos desde una etapa básica de nuestra vida como conocimiento esencial es ahora el motivo de esta noción, inquieta por el talento de un joven músico sinaloense llamado David Aguilar, que mis amigos Raúl y Edith tuvieron a bien compartir, gracias a las virtudes de esa revolución llamada YouTube.

A mí me gusta mucho más pensar en el concepto tomando como base la mitología griega, que se refiere a Eco como una Oréade (ninfa de montaña) criada por ninfas y educada por las Musas que amaba su propia voz. O en la historia del poeta romano Ovidio que –tomando como base el mito– cuenta de la maldición de Hera hacia Eco por distraerla para que no descubriera a Zeus cometiendo adulterio, hecho por el que fue condenada a repetir sólo las últimas palabras de los demás. O incluso en el maravilloso final con el que Ovidio da una explicación "de amor" a esta repetición acústica y que ha inspirado manifestaciones artísticas deliciosas como la pintura que ilustra esta noción, de la autoría de John William Waterhouse: Eco, apartada de los demás, encuentra en el bosque a Narciso, de quien se enamora perdidamente, sentimiento que no es correspondido por el hermoso pastor –que sería condenado por Némesis a enamorarse de su propia imagen y a morir por esa causa– y que la orilla a extinguirse hasta dejar sólo su voz eterna.

Quiero pensar que esta bella historia deba formar parte del génesis creativo de David, mucho más que la explicación científica, lo que –al menos yo percibí– en la hermosa letra de su muy creativa canción "Eco", que me emocionó sinceramente por su –aparente– sencillez, y a la vez, elaborada estructura.

Agradezco y celebro la existencia de estas sencillas cosas que pueden alimentar el alma en días de precariedad. Ojalá algún día las musas lleguen aunque sea de entrada por salida, para poder hacer algo como esto. Se los dejo...

Eco
Letra y música: David Aguilar

Le tocó a Saturno turno entre tu mirada, hada,
pues con telescopio, copio en sí lo que retrata, trata de que yo alucine, cine.
Nunca tu palabra, labra a mi sentimiento, miento, y es que tu planeta, neta, siendo paraíso, hizo
todo el universo, verso...
Una mariposa posa sobre tu cabello bello porque tu tardanza, danza, hace una atadura dura,
mientras yo a cupido pido que entre mis compases pases a dejar de hacer en este hueco... eco... eco... eco.
Le faltó al destino tino para delinearte arte, y eran tus cristales tales luces que enredaban, daban, siempre a mi cometa meta.
Haces al delirio lirio que con su blancura cura, y a esta melodía, día que hace que el detalle talle siempre a mi cometa meta.
Una mariposa posa sobre tu cabello bello porque tu tardanza, danza, hace una atadura dura,
mientras yo a cupido pido que entre mis compases pases,
a dejar de ser tan sólo imaginada... nada más.

http://www.youtube.com/watch?v=ZDY6NZDzNuE

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy linda esta canción, a este cantautor alguien hace tiempo ya me lo había mostrado, con una rola muy divertida titulada "Casi no me se canciones".

Es esa canción se queja con humor de que en todas las peñas le piden canciones de moda, como las del nefasto chuntatatero de Nicho Hinojosa.
http://www.youtube.com/watch?v=yN8LlOHonqI

Pero mi estimado Ruco, disfruta esta canción de Poncho Maya titulada "El Sonzonete" y si me encuentras chiflando por la calle el "Pipiripau" o "Mar de ilusiones" dudo que me la sepa toda, namas se me pegó el sonzonete.
http://www.youtube.com/watch?v=-RoqWzjxuwE