lunes, 27 de agosto de 2007

Del Azteca al Auditorio...




Don Rubén, el gran "conejo", es igual de emotivo que su hijo, eso me queda claro y además explica mucho de lo que soy.
Resulta que con motivo de su cumpleaños número 57 lo invitamos al concierto que el genio brasileño Caetano Veloso brindó en nuestro país para presentar en sociedad su más reciente disco Ce.
Ya sentados en nuestras (un tanto incómodas) localidades de primer piso, mi pa' emocionado me recordó una vez más (equiparando las situaciones) aquella ocasión en que mi abuelo tuvo a bien regalarle su boleto (faltando dos horas para el inicio del partido) de la final de aquél campeonato del mundo de futbol que se celebró en 1970 en donde la aplanadora verdeamarelha comandada por un irrepetible Edson Arantes do Nascimento reventara al candado azurri de Boninsegna, Riva, Facchetti y compañía.
Así, de la jornada aquella del tricampeonato brasileiro en el Estadio Azteca viajamos al Auditorio Nacional y ya estábamos coreando el "Odeio voce" del nacido en Santo Amaro de Purificação (Bahía), y creador de la Tropicalia.
Acompañado del talentoso Pedro Sa (rebautizado por nosotros como el "Dr. Sócrates en una referencia futbolera más), Ricardo Dias Gomes y Marcelo Callado, Caetano deleitó a los asistentes con un sonido duro, por momentos rocker, aunque igual de entrañable que toda su discografía.
No fue casualidad que padre e hijo asistieran juntos a un concierto como este, inusual, extraño, único, pero fenomenal. En el escenario se sintió igual lo que podría parecer un choque creativo y que no es más que la suma de vidas complementarias y de la creatividad y arte de dos generaciones, la de Caetano y la de su hijo Moreno Veloso, productor y director del nuevo y poderoso proyecto auditivo en el que el bahiano se mueve como pez en el agua enfundado en mezclilla y con tenis que lo hacen parecer un veinteañero.
A pesar de que nunca pensé que mi pá pudiera disfrutar algo así (sobre todo por el sonido a veces excesivamente alto del auditorio, y a causa de su enfermedad) cada vez la vida me reitera que la música es un hilo invisible que conecta a los corazones, y que los mantiene jovenes, abiertos para experimentar sus virtudes...
Si no, pregúntenle a mi jefe, que puede emocionarse igual con su "dolby surround", con el 'quiñé' de Silvinho o con un 'cocodrilo verde', que con un bello gol de cabeza de Pelé que sin duda debió ser fondeado por las más hermosas notas de Jobim, Almeida, Gilberto, Menescal, Wanderley, ese dream team de la Bossa Nova y del país que tanto desea conocer el gran hombre que me dio la vida...

viernes, 3 de agosto de 2007

Tres Antonios: tres maneras de cruzar el charco





No encuentro la manera para describir la aparición del arte de tres maestros de nombre Antonio en mi vida, todos músicos y de los grandes. A ver...

"San Antonio, junio 13 ya llegó..."
Ayer, gracias a un regalo de esos con los que mi May suele despacharse grandes cantidades de la alegría casi infantil de quien esto escribe, recordé aquellos días en que un rudimentario video clip de "Vístete" del grupo español Nacha Pop adornaba la pantalla de mis tardes televisivas en un programa de videos musicales casi olvidado llamado TNT, que conducían unas jovencísimas Martha Aguayo y Angélica Rivera. Después vino la adolescencia y su trajín, etapa en la que descubrí que podía cantar, y con ella... "Lucha de Gigantes", "Desordenada habitación", "Asustado estoy", "Chica de ayer", "Relojes en la oscuridad" y "Una décima de segundo" (las dos primeras, tuve el privilegio de cantarlas acompañado por las manos mágicas de mis carnalitos Gus y Rul).
Ya entrados los veintitantos comencé a interesarme por la figura de Antonio Vega (ex líder de los Nacha), una suerte de fantasmal aparición prodigiosa que se ha colado como la humedad hasta mis huesos, con las notas de sus impresionantes canciones llenas de reflexión a veces incomprensible: arte, pues.
Hace un año y medio conocimos la canción "San Antonio", incluida en el CD "Básico" realizado en vivo –y acústico– por Vega en el año 2005. Para no hacer el cuento más largo, le debo un viaje a May a los alpes para escucharla conduciendo en una carretera nevada, paisaje al que su historia épica me remitió desde el primer acorde.
Hoy he escuchado todo el disco "Autorretratos" en el que se recopilan 17 grandes éxitos de Vega (quien compite seriamente conmigo por el amor de May) de su etapa solista y sólo he refrendado mi gran admiración por este genio de mirada perdida y barbilla encajada como daga en un pecho frágil por los excesos de años, que no pretendo juzgar... ¡San Antonio me libre!
Hoy que escribo esto, el gran Antonio y su primo Nacho García-Vega (junto a Basilio Martí, Goar Iñurrieta, Anye Bao, Nacho Lesko y Fernando Illán) realizaban en A Coruña en el marco del Festival Noroeste Pop Rock, el cuarto concierto de su gira de reencuentro 80-07. Y no 'os imaginais' cuántas ganas tengo de verlos otra vez arriba de un escenario.
http://www.antoniovega.org y http://www.nachapop.net

Flores para ti...
Éste del clan Flores, hijo de Lola 'La Faraona', hermano de Lolita y Rosario, gran compositor, bárbaro cantante. Lo conocí un viernes de mayo, en la transmisión del programa nocturno de Ricardo Rocha, 'En Vivo', cuando el periodista deleitó a los muchos amantes de la música española con el conciertazo 'Mucho más que Dos', de Ana Belén y Víctor Manuel e ilustres invitados, entre ellos un delicioso Antonio que se destapó con una súper versión de "Sólo le pido a Dios" al lado de Anita, mi novia eterna...
Después, lo volví a ver, esta vez de la mano de esos dioses gitanos con duende propio llamados Ketama, cantando en concierto una poderosa versión de la canción "Vente pa' Madrid".
Tras esas dos ocasiones que me enamoró su sola presencia en el escenario, un buen día tuve una sorpresa como la de ayer, (detallazo de esposa en ciernes con cabello en el rostro que me emocionó y que recuerdo con gran, gran alegría), venida de España: mi primer disco de Antonio Flores, "Cosas Mías", el cual atesoro por varias razones del corazón y el alma musical que dios me regaló.
http://gestion.sourceforge.net/antonioflores/

El 'Venenoso'...
Nunca mejor dicho. Carmona, el tercer Antonio de esta Noción, me ha envenenado desde hace años con su prodigiosa voz y estilo que encanta a quien lo escucha, como lo hacían las sirenas con su canto. Antonio, el gitanazo de nariz aguileña y personalidad arrolladora, cruzó el Atlántico para llegar a mis oídos que largamente esperaron su primer disco solista tras el rompimiento artístico con su hermano Juan y su primo Josemi –espero no definitivo – "Vengo Venenoso", realizado bajo la producción de los no menos grandes Gustavo Santaolalla y Aníbal Kerpel.
Antonio no deja de sorprenderme, pues a cada nota se renueva, se magnifica, y como cantante, cada vez digo con más razón que me encantaría ser él, tener su voz, su feeling, su arte, su 'arma'... mi ejemplo ¡joder!
Un compañero de trabajo de May –que lo bautizó como "el venenoso"– nos hizo el gran favor de traer bajo el brazo a Antonio directamente de El Corte Inglés, y hoy ya no puedo dejar de escucharlo cantar cosas como: "Para que tu no llores así, no pierdas la esperanza, siempre llegará, llegará..." a dueto con mister Alejandro Sanz; una estremecedora declaración de principios que sentencia tras perder un amor: "El reloj no se parará por ti, pasa el mundo y el dolor, sólo contigo y sin ti. Sale el sol, cada mañana es abril, no te olvides del amor, no dejes de sonreír. Detrás de cada noche hay un amanecer... y algo que aprender"; o quizá una de las más bellas canciones de amor a una hija (junto con "Y sólo se me ocurre amarte" de Sanz) en la que describe suavemente el sentir de un padre al contemplar embobado a su sangre de diez años y se plantea: "¿cómo se puede querer de esta manera? y sentir cada día crecer este amor que me lleva hasta el cielo volando tu y yo, el guardián de tus sueños, mi vida, tranquila, soy yo...". Eso es arte... eso es corazón.
http://www.antoniocarmona.com.es