jueves, 14 de agosto de 2008

Ya te espero loco bajito...




Parece increíble que hayan pasado tantos años de mi vida y de verdad no me haya imaginado al cien por ciento como padre. Quizá por eso es que sigo sin poder pasar el trance que va de una hermosa noticia acompañada por un par de zapatitos y una cartita "escrita" por mi bebito que afirmaba "patato ya te quiero conocer" al cada vez más próximo "mira a nuestro hijo"...

Hace ya seis años le dije a May con la voz prestada de Pedrito Guerra "Aquí hace menos frío" , y le pedía a gritos callados: "pasa... entra"; o con el talento de Aureo: "llama por favor sin buscar una razón"... Y "casi sin querer" logré que empezara una historia con el "principio de una verde mañana" que nos encontró abrazados y asustados, pero renovados, con dudas pero abiertos a aceptar un "cambio de planes"...

Sólo necesitaba "un abrazo fuerte" y dejar de "llorar por dentro". May estuvo allí, paciente, tranquila, solidaria, compasiva, con su risa clara que me hizo "no tenerle miedo a casi nada..." y afrontar ya sin lágrimas "la luz de la mañana".

Hoy, a la distancia, Dios y esa persona que se asomó a mi corazón sin miedo me han regalado la oportunidad de sentirme ansioso, expectante y feliz, pero aún desconectado de una realidad apabullante y absoluta: ¡voy a ser papá, y a mis 33 años no sé que hacer, ni qué decir, ni qué pensar! Confío que ya pasará y esta incertidumbre estará en el pasado cuando lo tenga en mis brazos y esté mirando fijamente a su madre, la nueva May, pero la misma, reinventada, mejorada, llena de luz...

Ha habido pocas veces en que la música no me ha alcanzado para acompañar lo que siento, y hoy son tantas las preguntas sin respuesta que intento satisfacer en canciones, pero todas se quedan cortas al intentar explicar a este manojo de dudas cómo será su mirada en la mía... pero también si de veras como decía Serrat no podremos evitar que sufra, que las agujas avancen en el reloj, que crezca, que decida por él y que llegue el día en que nos dirá adios para iniciar su propia historia.

De todas formas ¡ya te espero loco bajito, no te tardes locotrónico!



Mensajes adicionales:

Mi May, madre de mi hijo, sol de mi vida. Mujer noble, íntegra y que sabe amar, te debía esto...

Míkel: canta tu canción del despertar, ojos de cielo, voz de mar. Bienvenido papá, aquí te esperamos mamá y yo!

Maestro Lerner, présteme esta: "Dame de ti tu luna mejor, que yo encenderé la luz del sol..."

2 comentarios:

Mayte dijo...

Vuelvo a leer una y otra vez y no puedo evitar que se me llenen los ojos de lágrimas, de esas lágrimas que te llenan, que te invaden de felicidad, de emoción, de amor. Gracias por este hermoso regalo y gracias por estos cuatro años de compartir la misma cama.

Anónimo dijo...

Que hermosas tus palabras mi Ruco.

Aunque la música no te alcance para acompañar lo que sientes, con el puro hecho de acompañarte, de seguro te va salvando de a poquito, por episodios.
Estoy seguro que tu hijo será un gran melómano como su padre.

Y dispénsame por adelantado la referencia que podrá parecer muy chabacana, pero ponte a pensar mi Ruco, lo que sientes ahora es un verdadero “Mar de emociones”¿o no? . Luego entonces te imagino bailando de felicidad por la alegría de ser padre, con un coco con fuego en cada mano, haciendo malabarismo y contorciones mientras Gustavo te aplaude para que lleves el ritmo.

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Ea, ea, ea, ea,
“Ven amor, conmigo ven a amar, debe ser ahora no te puedo ya esperar, te daré un mundo de pasiones, sentirás un mar de emociones”.
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Un gran abrazo y un beso para May y para ti, comparto la emoción por la llegada de un sobrino muy, pero muy especial para mi.